ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Bancos: privilegiados. Ciudadnos basura


El daño causado por dejar quebrar un gran banco es igual al que se causa si se rescata

Se puede decir que el daño causado por dejar quebrar un banco, es similar al daño causado si se rescata, por lo menos desde el punto de vista social.
En los últimos tiempos la ciudadanía ha visto cómo diferentes países salen a rescatar de la quiebra a grandes bancos, y ese rescate se hace con dinero público, de los contribuyentes, y el argumento esgrimido por los gobiernos, ha sido que el costo sería superior si se dejaran quebrar, ya que por su gran tamaño, la economía se podría ver seriamente afectada.
Y con ese argumento, países como Estados unidos, Grecia, Finlandia, Inglaterra, Irlanda, España y hasta Colombia, han entregado dinero público a grandes monopolios financieros, y para ello han expoliado las clases media y baja, y todo para evitar un mal mayor, dicen ellos.
Lo que no se dice, es que para salvar los grandes emporios financieros, se ha causado un mal mayor a la sociedad, ya que esas ayudas estatales son financiadas con dinero público, y ese dinero público se ha obtenido subiendo impuestos, despidiendo trabajadores, bajando salarios, aumentando la edad de pensión, disminuyendo mesadas pensionales, disminuyendo la cobertura en salud y educación, y otra variedad de medidas que afectan directamente la calidad de vida del ciudadano de a pie.
Es cierto que dejar caer un banco gigante, ese que financia campañas políticas y compra legisladores, puede causar un daño grande a la economía, muy grande, pero el daño será a los dueños de esos bancos, e indirectamente a los ciudadanos de a pie, pero estos últimos, en cualquier caso, terminarán pagando los platos rotos: pagarán si se deja quebrar el banco y pagarán si no se deja quebrar el banco.
Aquí  los únicos que no han pagado y no pagaran serán los banqueros, y así será en cualquier país del mundo, desde el  más rico hasta el más pobre.