ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

martes, 15 de agosto de 2017

Algo pasa en Cataluña cuando la CUP, ha logrado 10 escaños y 336.375 votos, un 8.2%








Mapa donde se muestra a los llamados países catalanes: Comunidad Valenciana y Baleares, parte de Francia y Aragón.


 ¿Por qué los anticapitalistas de la CUP y los antisistemas, y antiturismo y nuevos anarquista, anticlericales, comunistas, salidos de los más profundo del sistema social de Cataluña, han logrado 10 escaños, y 336.375 votos en una elecciones autonómicas democráticas?  Ver los datos oficiales:

http://resultados.elpais.com/elecciones/2015/autonomicas/09/index.html

La respuesta es simple, un descontento social de base (educativa, religiosa, laboral), que se ha organizado, por su abandono, a su suerte, por el capitalismo libertario, y de  una corrupción galopante en Cataluña de los Pujol, y en España del PP (y todo el que puede meter la mano en un ayuntamiento). Una desatención educativa, social, laboral, odio, que durante años ha germinado en los barrios de obreros, y desacamisados. La Unidad de España que de siempre proclamó la Falange (ver los principios), fundada el 20 de octubre de 1933 contra el comunismo ruso, se ha perdido absolutamente. Pero sin darnos cuenta los principios de la Falange Española de los J.O.N.S (Junta Ofensiva Nacional Sindicalista) -que hubieron de usar la violencia para defendeser-,  están voliendo a renacer entre nosotros los españoles acosados por el independentismo.

La culpa de no es solo de ello, de la CUP, sino de los gobiernos, que no han sabido mantener el espíritu de patria, de unión, de logros socailes. Por ello, siempre, tran una crisi, surgen los anarqueistas como sucedió en los años 20, la Republica y la guerra civil.


Dueños del referéndum.
El Gobierno catalán hace equilibrios para mantener el apoyo de los anticapitalistas y no resquebrajar la mayoría en la que se apoya la hoja de ruta del president Carles Puigdemont. Queda un mes y medio para la fecha señalada por este para celebrar un referéndum de independencia que el Tribunal Constitucional ya ha dicho que sería ilegal, y que el Gobierno de Mariano Rajoy ha afirmado que no se producirá. Los diez escaños de la CUP son indispensables para tener una mayoría que apoye las normas vinculadas al proceso separatista y no dejar caer la legislatura.

Ataques al PDeCAT

ERC ha optado por una posición silente. Lleva un año mostrándose como intermediario entre el PDeCAT y la CUP. Incluso ha evitado responder a las críticas de los anticapitalistas cuando estos reclamaban unos Presupuestos más sociales al líder de los republicanos y vicepresidente económico de la Generalitat, Oriol Junqueras, al que acusaban de traicionar los principios de su partido.
Pero al PDeCAT le cuesta más quedarse callado ante las exigencias y los reproches procedentes de la CUP, si bien lo intenta. “Les gusta gesticular y nosotros no nos distraeremos”, afirmó ayer Rull en una entrevista en Catalunya Ràdio. El consejero de Presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, evitó entrar al trapo el domingo. Pero sí que estalló David Bonvehí, responsable de organización de la nueva Convergència, cuando tildó de “miserable” la campaña que la izquierda anticapitalista ha lanzado para defender el en el referéndum. El cartel muestra a una mujer que barre sobre un mapa de lo que la CUP denomina Países Catalanes (que incluye a la Comunidad Valenciana y Baleares) y en el que aparecen, entre otros, Artur Mas —junto a una porra y unas tijeras en referencia a los recortes que afectaron a la sanidad y la educación— y Jordi Pujol —portando una maleta con el 3%, en referencia al supuesto cobro de mordidas por parte de Convergència—.
Mas, ahora presidente del PDeCAT, fue la primera víctima que se cobraron los anticapitalistas cuando, tras las elecciones autonómicas de 2015, condicionaron el apoyo a un Gobierno de Junts pel Sí a que el entonces president de la Generalitat y candidato a la reelección se retirara de la primera línea política. Y así fue. No ha sido el único caso. Desde la CUP también hubo intensas presiones para que Puigdemont destituyera a Jordi Jané cuando este era consejero de Interior por la actuación de los Mossos d’Esquadra como policía judicial. Le acusaban de estar detrás de las detenciones de miembros de la CUP que quemaron fotos del Rey durante la Diada. Jané fue uno de los consejeros destituidos en la segunda crisis de gobierno de julio. Y ahora la CUP ha situado en la misma posición a Santi Vila.