ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

jueves, 17 de abril de 2014

FÚTBOL, INDEPENDENCIA CATALANA Y PITADA AL HIMNO NACIONAL.

                                                    (Fotos del El Mundo/AFP)


      Ayer tarde tuve ocasión de ver el partido de la final de la Copa del Rey por televisión en el campo del Mestalla de Valencia, y una vez más escuché con vergüenza la tremenda pintada de la afición culé al Rey, al Himno Nacional y a todos los españoles, mientras los del Real Madrid cantaban el “Lalalá” que es la única letra de nuestro himno español. Esto es una hipocresía, pues si la afición del F.C. Barcelona no quieren a España, que no jueguen la Copa del Rey. Y a Messi le sorprendió la cámara escupiendo al cesped, pero este es argentino y casi no cuenta a la hora del honor patrio.
     Lo que no dicen los políticos ni los periodistas es que ante una futura e hipotética independencia de Cataluña, los equipos de fútbol catalanes, como el baloncesto y otros deportes quedarían fuera de las Ligas Española, por ser un país tercero de la Comunidad Europea. Es decir que nunca más se enfrentarían el Real Madrid con el Barcelona, el Español,  y de igual manera los equipo de Segunda A y B. Con las consecuentes pérdidas económicas que mueve el fútbol.
     Los atletas catalanes no podrían ir a las Olimpiadas, ni jugar en la Roja es que el actual campeón del mundo, quedarían fuera, esto es así, no solo salen del euro sino que salen de las Ligas de Fútbol, baloncesto, balonmano, waterpolo y otros deportes. Salvo que tuvieran la doble nacionalidad.
    Ayer estos “catalanes-españolos”, ofendieron con su ira independentista al Rey, al Himno Nacional a todos los españoles mientras el cínico Artur Mas en la Tribuna de Autoridades a cuatro cuerpos del Rey, se reía por dentro como una hiena en celo, como diciendo: “Ves Juan Carlos como una representación del pueblo catalán no se sienten españoles, aquí los tienes expresando su voluntad”.
    Y es que esto de que todos los aficionados fueran  envueltos en banderas catalanas suena como si la Generalitat las hubiera regalado, como una sola bandera ofensiva, como si tiraban bengalas verbales. Po ello, estos se debería de acabar de una forma muy sencilla, la Federación Española de Fútbol debería sancionarles, impidiéndole ir a los campos durante dos o tres años.  Algunos periodistas pro-independentistas decían esta mañana en la Radio que cada cual puede expresar su opinión libremente, pues sí, pero no, pues no son los cauces de expresar su opinión, es como si unos ateos abuchearan a un cura cuando da la misa. El ateo puede expresar su opinión libremente pero no en una Misa.
     Esto de abuchear impunemente al Himno Nacional delante de la faz del Rey y de los ministros de su gobierno, solo puede pasar en España, un territorio invadido por las autonomías y los nacionalismos, hijas de una Constitución de 1978 que las ampara. Jamás pasaría en los EE.UU. de América, ni en el Japón, ni en China… Aquí, es esta piel de toro la tolerancia rebosa sangre cuando quiere y miel cuando le da la gana, cada cuan hace lo que le sale de los cojones y tira por la boca bengalas encendidas. A eso llaman democracia y libertad, cuando yo creo que la libertad empieza cuando se respetan las libertades de los otros e impera el Derecho y la Justicia.
     La resolución del conflicto de la sonata pitada que ya se va haciendo costumbre y ofensa al resto de los españoles se convierte en un boomerang de animadversión contra ello. Por eso, por la ley de la compensación de las ofensas ganó el Real Madrid por 2-1, para recreamiento y goce de los españoles y de los aficionados merengues. Para enseñarles quien manda y que se tragaran sus ofensas en el prologo del partido. Quedaron humillados y se fueron como gallinas amarillas encabezadas por el gallo de Artur Mas, que en cuanto se vea acorralado en el corral de su parlamento convocará elecciones autonómicas o se irá a Suiza como sueles hacer los presidentes derrotados.
    Tras esto de la independentismo hay mucho político nacionalistas que vive de ello, y no se bajan del burro. 

Ramón Fernández Palmeral
Alicante, 17de abril 201